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Si has visitado recientemente nuestras RRSS habrás visto un post con un título similar al de este artículo: “el valor de los grupos de arteterapia”. Ahí contamos algo pero, sin embargo, sentía que había qué hablar mas acerca de ello para poder comprenderlo mejor. Es por ello que estoy escribiendo estas líneas.

¿Me sigues?

¿Por qué la Arteterapia y no el pino?

En más de una ocasión te he hablado acerca de qué es la Arteterapia, sus beneficios y porque en Espacio Calenco nos mola trabajar desde este enfoque. Pero hoy te vengo a contar el valor que tiene como herramienta.

Y, básicamente su valor reside en que moviliza a la persona en su propio proceso terapéutico. Esto quiere decir que pasa a ser un agente activo de su evolución, de su problemática. Viene a ser que es un ser que observa, experimenta, siente, expresa, dialoga consigo mismo y se autoconoce.

Se deja atrás la visión del terapeuta como agente activo del proceso para pasar a ser este mismo un espectador y guía a la vez del agente activo.

Siendo de esta manera la Arteterapia una herramienta que permite que todo esto suceda. A través de la creación de obras con diferentes temáticas y desde las que se trabaja desde un prisma diferente, se le otorga movimiento al proceso. Además, al poder tocar y observar las obras la persona es más consciente, así como el terapeuta, de su evolución: de su proceso terapéutico.

En resumen se podría quedar así la cosa:

La persona misma es la que trabaja en su evolución a través de la Arteterapia. Siendo el Terapeuta aquel que reconduce en determinados momentos y guía a esta persona en su proceso activo.

Pero ¿y el valor en los grupos?

La cosa cambia cuando se trabaja en grupo. No solo se focaliza en el individuo, sino en la evolución en grupo. Por qué, por sí no lo sabías, los grupos también evolucionan, cambian, se reconstruyen, buscan, cubren necesidades, permiten que crezcas, etc

Sin embargo, en los grupos de Arteterapia se observa como las personas que los componen:

    • Se escuchan.
    • Dan valor a lo que siente y sienta la otra persona.
    • Se expresan.
    • Atienden sus necesidades y deseos.
    • Expresan sus emociones.
    • Se apoyan.
    • Se habla desde la igualdad y la asertividad.
    • Se trabaja desde el respeto y la comprensión.
    • Se dialoga con otras personas.

Todo esto sucede mientras se está realizando una actividad creativa que parece algo ajena y que no tiene nada que ver con todo lo que hay detrás. Tal vez, no se ve a simple vista. No se siente el primer día.

Pero esto es como todo: el primer día vas con más miedo, ansiedad e incertidumbre que otra cosa. El segundo día la cosa mejora un poco. Para que ya posteriormente el resto de días estés en tu salsa.

Los grupos de Arteterapia son el lugar donde encontrar tu valor como inividuo

A su vez, personas que no se conocen empiezan a comunicarse, a sentir que no son las únicas que se sienten y expresan de esta manera, se sienten escuchadas, comprendidas y acogidas a través del arte.

Así es que el valor de los grupos de Arteterapia…

Reside en esa capacidad para encontrar claridad en el fondo de la piscina. Una piscina que puede ser de dolor, tristeza, miedo, angustia, ansiedad, duelo, incertidumbre, etc

También en cuando le das forma a ese trozo de arcilla para transformarlo en una idea, una creencia, un sentir, un pensamiento que te está machacando día y noche.

En esa pintura que a veces ni tú misma entiendes aunque veas algo más de luz en aquello que te pasa cada vez que la miras. O ese sueño que plasmas con ceras que te hace preguntarte “¿qué es lo que reside en mi inconsciente?”

Y, sobre todo, en expresar y comunicar sin palabras pero viendo que el resto entiende lo que has querido transmitir, le da valor, te ha escuchado y te ha abrazado. 

¿Te atreves a experimentar este valor? Déjanos un comentario y charlamos acerca de ello!

Escrito por: Leyre Villelga Márquez. Psicóloga especializada en Neuropsicología Clínica y Neuromarketing. Experta en Duelo. Terapeuta Psicoexpresiva.

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