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¿Eres tú el enfermo o es la sociedad la que está enferma? Se estima que 1 de cada 4 personas tendrán un trastorno mental a lo largo de su vida. Pero, la pregunta es: ¿la sociedad, el sistema socio-político-economómico influyen en que se desarrolle un trastorno mental? La respuesta es sí.

¿Eres hiperproductivo? Entonces me gustas

Vivimos en una sociedad que nos fuerza a estar al cien por cien continuamente, a ser hiperproductivos, eficaces y eficientes en nuestro día a día. Llegamos a casa destrozados después de haber estado todo el día de aquí para allá haciendo 100 mil millones de cosas. Y, lo peor de todo, es que la sociedad nos premia por estar así de destrozados, sin poder movernos de la cama y al día siguiente levántate a las 7:00 de la mañana para otro día de super productividad.

¿Estás enfermo? Entonces no vales nada

Pero mirémoslo desde la otra cara de la moneda, desde la vista de una persona que tiene una enfermedad. Da igual que sea una enfermedad física o mental, cualquiera, la persona no vale. No vale, porque no es igual de productiva que una persona sana, no rinde al mismo ritmo. Es decir, no sirve, no es productiva, no contribuye al capitalismo y por ende es un estorbo, se estigmatiza y se discrmina.

  • Nadie te premia por decir que tienes X enfermedad. Sino que se compadecen de ti.
  • Nadie te dice que enhorabuena por sobrevivir en un sistema podrido cuando sientes que cada día te rompes más por dentro. Simplemente les das pena, miedo y se alejan.
  • Nadie te dice que si tienes una enfermedad mental puedes seguir trabajando solo que a ritmos diferentes (e incluso más saludables) o tener un trabajo. Al contrario, te desechan.

Es cierto que vivimos continuamente adaptándonos a nuestro medio. Pero en ocasiones vivimos en un medio hostil, agresivo que nos hace estar en guardia continuamente.

Nos adaptamos a una sociedad enferma

Por ejemplo, párate un segundo a pensar en todo lo que has hecho hoy. Piensa en si has tenido ocio, deporte y alimentación ¿cómo han sido? ¿Los has hecho en base a algo que te apetecía? O, por el contrario hoy has comido acelgas con jamón porque leíste el otro día que es sano aunque odies el sabor de la acelga.

¿Entiendes un poco a lo que voy? No quiero decir en ningún momento que no comas acelgas, obviamente están llenas de nutrientes y vitaminas qué son necesarios. Sino, que las comas porque quieres y no porque ahora se marca socialmente que una persona sana es aquella que sigue un estilo “realfooder” (lo que se ha llamado toda la vida dieta mediterránea, vaya)

Es un ejemplo muy tonto pero nos pasa con un montón de cosas. En ocasiones, seguir estos patrones mejora nuestra calidad de vida, ¡claro! Sin embargo, en otras ocasiones nos enmarcamos en seguir un estilo de moda, sea cual sea, por encajar, no ser el rarito (o tal vez estar enfermo) que nos puede llegar a perjudicar.

Nos unimos a un estilo/moda del momento por adaptación. Necesitamos al grupo, a la sociedad, para sobrevivir, satisfacer necesidades. Huimos del rechazo, buscamos la aprobación, el cobijo de un conjunto de personas para poder vivir.  Y, esto, no es nada malo. Los problemas surgen cuando estos nos cuestan nuestra salud. 

Entonces, ¿estás enfermo o la sociedad está enferma?

Aunque volviendo a lo que nos concierne, he aquí el kit de la cuestión. Para una sociedad que necesita que seamos hiperproductivos, que estemos siempre dando lo mejor de nosotros, alcanzando el éxito, siempre haciendo más y más descuidando nuestra vida. Nuestra salud. Es la sociedad la que está enferma y no tú.

Dicho de otro modo, una gran cantidad de trastornos mentales y físicos son producto de la necesidad de tener que adaptarnos a unos estándares sociales muy exigentes. Y no, no es que tú no seas exigente. Es que vivimos en la esfera de la super-exigencia.

Tú no estás enfermo, es la sociedad la que está enferma…

  • Por marcar a qué edad debes conseguir un determinado logro que acaba machacándote por dentro si no lo haces.
  • Por decirte lo que debes/tienes que pensar decir en cada momento haciendo que te cuestiones quién eres.
  • Al determinar que estudies una carrera frente a otra solamente porque esta mejor vista generándote un malestar, un vacío en ti.
  • Al tener que evitar y fingir lo que sientes por qué resulta incómodo de percibir provocando que reprimas tus emociones y un día estalles.
  • Por no permitirte estar en duelo.
  • Al favorecer vivir con unos niveles altos de estrés es lo normal que están destrozándote física y anímicamente.

Conclusión

Podría escribir y hablar más del tema. Ya que, probablemente, hayan sido unas simples líneas un tanto vagas y difusas acerca de un tema sumamente complejo como es la adaptación a un sistema enfermo hiperproductivo.

Me gustaría que me contarás tu opinión en relación al tema y si sientes que necesitas saber más del tema, dímelo en los comentarios.

Escrito por: Leyre Villelga Márquez, Psicóloga especializada en Neuropsicología Clínica y Neuromarketing. Esperta en Duelo. Terapeuta Psicoexpresiva. 

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