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Probablemente sepas qué se siente cuando bebes alcohol. O tal vez no. En todo caso te desvelamos el secreto que por qué nos desinhibimos cuando bebemos así como algún que otros. ¿Te animas a averiguarlos?

¿Qué es el alcohol?

El alcohol es una droga depresora, es decir,  que su función principal es la de inhibir en el cerebro. En concreto, actúa en las sinapsis, o sea ser, en la comunicación entre las neuronas volviéndola más lenta. Pero, para ser mas exactas aún actúa concretamente sobre los receptores de los neurotransmisores GABA, serotonina y dopamina.

La dopamina es muy relevante en los procesos relacionados con las adicciones y el sistema de recompensa.

Te estarás preguntando que por qué inhibe y desinhibe a la vez. Bien, esto es porque en la zona que más actúa y afecta es en la corteza prefrontal donde se produce una gran inhibición. Es decir, dónde actúa más el autocontrol. Por tanto, cuando bebemos esta inhibición continúa desparece dando lugar a la desinibición y a sensación de autocontrol continua.

Pero, ¿por qué el alcohol es una droga depresora si noto que me activa?

Es cierto que, aunque el alcohol es un depresor, al principio las sensaciones que se perciben son de euforia, felicidad, calma, relajación, alivio. Esto es debido a que se produce una desinhibición de las zonas corticales del cerebro. Se deja de “pensar”, analizar todo tanto, se habla más, se dicen incluso cosas que no se dirían en un contexto sin haber bebido.

La zona que se ve más afectada es la corteza prefrontal

Esta zona en concreto es la que se encarga de una gran multiplicidad de funciones conocidas como funciones ejecutivas: toma de decisiones, evaluación moral de un hecho, juicios, análisis, planificación, autocontrol, etc. Pero, también, por así decirlo, es como el último filtro por el que pasa la respuesta que se va a dar antes de que se verbalice. 

Corteza prefrontal

El centro de la razón

Cuando consumimos alcohol lo que se produce es una desinhibición de esta zona. Se podría decir que esta parte del cerebro se “apaga”,  como si se desconectará y el pepito grillo que te dice: no compartas esta información porque te hace más vulnerable no está disponible; y por tanto la compartes.

¿Por qué ocurre esto?

Esto es provocado, principalmente, por la liberación de dopamina por parte del núcleo accumbens y el área tegmental. La consecuencia principal es que el autocontrol desaparece y por tanto el comportamiento cambia:

  • Hablamos más
  • Realizamos comportamientos que no haríamos normalmente (hablar con personas que no conocemos)
  • Contamos cosas que de normal no diríamos a cualquiera
  • Compartimos nuestra opinión
  • Nos reímos incluso más
  • No sentimos vergüenza
  • Nos olvidamos de cómo nos puedan juzgar los otros
  • Otros efectos del consumo de alcohol
  • La atención se ve afectada en función de la cantidad de alcohol que se consuma
  • Perdida del equilibrio
  • La marcha (forma de caminar) es más torpe
  • La percepción del espacio y la medida de las distancias se distorsiona
  • Cuanto más se bebe, el lenguaje se ve más afectado: dificultad para articular palabras, acceder a términos, etc.

¿Por qué cuándo bebo me muero de sueño?

Si bien al principio decíamos que el alcohol tiene un efecto estimulante en las primeras fases por la liberación de la dopamina, conforme pasa el tiempo se empieza a notar su efecto depresor.

No obstante, cuanto más bebemos, más GABA se produce. El GABA es un neurotransmisor inhibidor muy importante en sistema nervioso central. Una de sus funciones es la de activar nuestro ciclo de sueño. Sin embargo el sueño que tenemos cuando bebemos no es muy reparador que digamos.

El alcohol es ansiolítico

Por último, otro efecto curioso del alcohol es que es ansiolítico, es decir, hace los mismos efectos que los medicamentos que se encargan de reducir la ansiedad. Como lo son las benzodiacepinas y los barbitúricos.

La ansiedad se reduce principalmente por la misma razón: la liberación de dopamina, oxitocina y serotonina. Todos estos neurotransmisores contribuyen a regular el estado de ánimo además de reducir los niveles de ansiedad. En consecuencia, cuanto más alcohol, mas va a querer el cuerpo (sobre todo si se utiliza como ansiolítico). Esto deriva en serios problemas, ya que como cualquier droga genera adicción, tolerancia y dependencia.

Visión lateral cerebro

Es cierto, que esto sucede en los contextos en los que la persona consume una gran cantidad de alcohol, así como con unos hábitos determinados. Pero, también hay que tener en cuenta que el alcohol es una manera de evadir una realidad que puede estar generándonos malestar, mucha ansiedad o en la que nos sintamos más decaídos. Cuando bebemos, sentimos los efectos buenos del alcohol: la desinhibición, euforia, relación con otros, evasión. Aunque sus efectos con a corto plazo nos resultan muy beneficiosos y por tanto, queremos más y más.

Conclusión

El alcohol nos permite desinhibirnos, apagar durante un rato nuestro autocontrol y autocrítica, nos facilita el poder socializar y tal vez , el expresar cómo nos sentimos.

Todo esto siempre con un consumo moderado y en contextos seguros.

¿Te gustaría conocer cuáles son los efectos del alcohol en nuestro cerebro? Déjanos un comentario acerca de ello.

Escrito por: Leyre Villelga Márquez, Psicóloga experta en Neuropsicología Clínica, Neuromarketing y Duelo. Terapeuta Psicoexpresiva.