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24, 25, 31, 1, 5, 6… ¡Llega el tren de lo normativo! Cenas de empresa, quedadas con amistades, grupos del gimnasio, las 12 uvas, las preuvas, aquellas personas que llevas sin ver… desde… ¿las Navidades pasadas?, y volvemos a empezar…

Espíritu navideño, simulacro de felicidad y amor, consumismo extremo, compromisos, obligaciones, imposiciones sociales…

Reencuentros anhelados, ausencias muy presentes… pero estamos felices, o eso creemos, o eso mostramos… ¡Estamos felices! ¡Es Navidad!

Lo normativo

Tradicionalmente y como herencia de las tradiciones y eventos asociados a la religión Cristiana (que asumió las fechas de las antiguas tradiciones paganas, pero eso, es otra historia…), desde mediados de diciembre hasta principios de enero, entramos en un estado de hipnosis colectiva que nos lleva a cambiar nuestro ritmo de vida.

Hay personas que adoran estas fechas, las viven de manera positiva y las disfrutan. Es su elección, no sienten imposición o compromiso, pero hay otro grupo de personas que no lo viven de la misma manera.

Lo mal visto

Sin embargo, para otras personas el periodo navideño les provoca rechazo, sienten estrés o ansiedad, tristeza o incluso dolor o culpa… 

Es por ello que durante estas fechas, tal y como dijo una personita a la que conozco nos enfrentamos a la realidad que intentamos enmascarar el resto del año, es decir, nos damos cuenta si entramos en la norma, si lo hacemos con gusto o por el contrario, no cuadramos con lo normativo.

Y entonces, ¿qué hacer si estás dentro del grupo de personas que no estamos dentro de lo normativo dentro de estas fechas navideñas?

Vive TU Navidad NO Normativa

Sí sientes la imposición social, rechazo o ansiedad por no entrar dentro de lo normativo recuerda esto:

  • Está bien que no celebres estas festividades porque no quieres, porque no está dentro de tu tradición familiar o personal, que antes te gustasen y ahora no, que prefieras no juntarte con tu familia porque siempre hay broncas, discusiones o malos rollos.
  • Está bien que decidas actuar como sientas y que no te dejes llevar por las imposiciones sociales. No es necesario encajar en la normativa si eso te va a hacer sentir mal, con incomodidad o con menos validez.

No importan cuales sean tus razones, no tienes porque dar explicaciones ni justificarte.

Durante estas fechas, como durante el resto del año, debemos ser conscientes de nuestras emociones y sentimientos con respecto a la situación y actuar en consecuencia.

Si aparecen emociones que te producen rechazo o incomodidad, no te fuerces a permanecer en esa situación. El problema no son las emociones que han surgido, éstas solo te dan información. La dificultad se encuentra en la situación, evento o encuentro que se ha planteado.

No eres peor persona por no querer ir a la cena, a la comida familiar o evento social para celebrar algo que no sientes o no quieres celebrar. Simplemente estás actuando con coherencia con tus ideales, intereses y sensaciones. 

Y, dicho esto…

¡Feliz Navidad No Normativa!

Escrito por: Alejandra F. Aladro. Psicóloga, experta en Terapia familiar e Inteligencia Emocional. 

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